Si hay una figura determinante en el mundo de la tipografía, ese es sin duda Jan Tschichold. Y es que durante nada más y nada menos que 90 años, se han seguido empleando muchas de sus indicaciones a la hora de diseñar tipografía y emplearla en disintos soportes. Hoy, profundizamos en la figura del padre de la tipografía actual. ¡Comenzamos!
La mayor aportación de Tschichold al mundo de la tipografía data de los años 20 y más concretamente, del movimiento cultural alemán conocido como «Die neue typographie«. Sin embargo, participó en el desarrollo de la tipografía de manera activa de distintas maneras.
Quién era Jan Tschichold
En 1974, en la localidad alemana de Liepzig, nació Jan Tschichold. Hijo de un rotulista y pintor de carteles, descubrió su amor por las artes gráficas a muy temprana edad. Por este motivo, se formó como calígrafo y diseñador gráfico en la «Academia de Artes Gráficas y Producción de Liepzig» durante tres años.
Cuentan que en torno a 1923, quedó embelesado por la corriente modernista al acudir a una exposición de la «Bauhaus», rompiendo así con la corriente más tradicional del diseño. Esta nueva vertiente supuso tal revolución en sus convicciones que en 1925, llegó a publicar un artículo llamado «Elementare Typographie», en la revista «Tipographische Mitteilungen», donde detallaba sus nuevas impresiones sobre la tipografía. Este auténtico manifiesto resumía lo que el propio Tschichold consideraba que debía reunir la tipografía, que en resumen aglomeraba las siguientes ideas:
- Funcionalidad y legibilidad.
- Rápida lectura y comprensión: la comunicación debía ser lo más concisa y directa posible.
- Ordenación del contenido y jerarquía.
- Supresión de textos en caja alta innecesarios.
- La importancia de la retícula para maquetación de texto.
- Supresión de elemento decorativos u ornamentales en el texto.
- La evolución y uso de la tipografía con base en la estandarización de formatos impresos como el DIN.
- El uso y evolución de la tipografía y fotografía en el diseño.
La Nueva Tipografía
Tschichold, continuó realizando numerosos diseños y carteles publicitarios en la ciudad de Munich durante varios años, hasta que en 1928 decidió lanzar el que se convertiría en el libro más famoso y relevante a nivel tipográfico, «Die neue typograhpie» (La nueva Tipografía). El libro en cuestión estaba principalmente enfocado y dirigido a diseñadores gráficos. En él se recogían varios principios relativos al diseño gráfico vanguardista con la idea de impulsar una estandarización de cara a impresos formales.
El libro recoge la visión de Tschichold sobre el futuro del diseño, anunciando una nueva era de «cultura europea», ciertamente idealista y de cariz socialista.
Es importante tener en cuenta el contexto sociocultural de la Alemania de la época, en la que el uso de la escritura gótica y la tipografía «blackletter» no solo era la elección más habitual, sino seña de identidad del régimen nazi. De esta manera, el trabajo de Tschichold supuso un verdadero impulso para la corriente modernista y el uso de tipografías modernas.
Huida al exilio
Como muchos otros artistas y estudiosos del momento, en 1933, Tschichold fue arrestado por las autoridades nazis por «bolchevismo cultural». Según el régimen, su actitud revolucionaria estaba en consonancia con movimientos subversivos, tales como la revolución soviética o alemana.
De esta manera se vio obligado a huir a Suiza, donde diseñó más de 500 portadas para la editorial «Penguin Books». Durante esta época dio muestras de su genio al desarrollar una maquetación estandarizada en función de una retícula armónica, para las portadas de «Penguin». Esta matriz diseñada por él mismo, fue titulada como «Penguin Composition Rules» y es considerada como el primer «Manual de estilo» de la historia.
Su intención era la de optimizar la comunicación entre el autor y el lector, además de homogeneizar el diseño editorial de la marca. Así, gracias al uso de títulos, adornos, símbolos y márgenes definidos por el mismo tipógrafo, la editorial logró imprimir a sus colecciones su propio estilo.
Posteriormente, entre 1952 y 1956 escribió varios libros referentes al uso de la tipografía y las proporciones en el diseño.
La tipografía Sabon
En el año 1960, la ilustre casa tipográfica «Linotype» confió en Tschichold para llevar a cabo una familia tipográfica capaz de emplearse tanto en «monotipia», en «impresión tipográfica», en «linotipia» o a mano, los procesos de impresión más empleados en la época.
Se requería que guardara cierta similitud a la «Monotype Garamond», pero su anchura fuera ligeramente menor para lograr ahorrar espacio. De esta manera nació quizá la tipografía más famosa del alemán, denominada «Sabon».
Estilo e influencias de Jan Tschichold
Como ya hemos comentado con anterioridad, la mayor influencia en los diseños y mentalidad de Jan Tschichold provienen de las vanguardias modernistas y la Bauhaus. Por ende, sus diseños están plagados de composiciones asimétricas, uso de figuras geométricas, tintas planas y tipografías de palo seco.
También se percibe en sus obras la influencia de otros artistas como el constructivista ruso Lissitsky, el húngaro Moholy-Nagy y Man Ray. Todos ellos innovaron en el campo del diseño gracias a un uso revolucionario y transgresor de la combinación de fotografía y la tipografía. Así, los carteles de Tschichold estaban cargados de imágenes de contenido figurativo que, para la promoción de las películas de la época.
El legado de Jan Tschichold
Aunque ya ha quedado más que patente su pasión hacia la tipografía, los ámbitos en los que más se prodigó Tschichold quizá fueran el diseño editorial y la cartelería. Pero más allá de sus diseños únicos y personales, lo que perdurará en el tiempo será el impacto que generó sobre los cánones del diseño más tradicional de la época. Un genio que logró marcar el camino a seguir para varias generaciones de diseñadores gráficos durante casi un siglo.
Conclusión
Esperamos que nuestro artículo haya resultado de tu interés. Si quieres aportar algún otro dato interesante acerca del tipógrafo alemán, no dudes en comentar más abajo.
Por nuestra parte, no queda sino despedirnos. Te esperamos en nuestro próximo artículo. ¡Hasta pronto!
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